Si queremos cambiar la realidad, la única forma en que podemos hacerlo es
cambiando el sistema de creencias. La parte más complicada es el dejar de juzgar.
Entonces nosotros proyectábamos en el otro lo que en realidad nosotros
teníamos por dentro.
Todas las personas de las que yo he hablado mal de ellas, en realidad, eso
malo que yo digo de los otros es algo que yo traigo adentro y que no lo he
podido concientizar ni arreglar ni tal.
Cada persona de la que yo hablo bien tiene algo de mí que para mí es parte positiva.
Entonces la vida se convierte en un mosaico de posibilidades de que yo entienda realmente que es lo que me está pasando a mí por dentro.
Todos los días al salir a la calle, todas las personas, todos los pajaritos,
todos los objetos que tú ves, en realidad, son cosas que te están hablando
directamente a ti. Pero para poder entender y para poder sensibilizarte de
lo que en realidad te están diciendo, uno tiene que estar presente. Y la
única condición para estar presente es no estar juzgando.
Cuando juzgo no estoy creando conscientemente, estoy creando en base a
una obediencia, en base a algo que me dijeron que. Cuando estoy presente,
estoy creando mi realidad de manera consciente.
Creer es crear.
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